Por Nikki Tilley
(Autor de The Bulb-o-licious Garden)
La alelopatía de las plantas está a nuestro alrededor; sin embargo, muchas personas nunca han oído hablar de este fenómeno interesante. La alelopatía puede tener un efecto adverso en el jardín, lo que reduce la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas. Por otro lado, las plantas alelopáticas también pueden considerarse el propio herbicida de la Madre Naturaleza.
¿Qué es la alelopatía?
La alelopatía es un fenómeno biológico en el que una planta inhibe el crecimiento de otra. ¿Cómo? Mediante la liberación de aleloquímicos, ciertas plantas pueden afectar el crecimiento de otras plantas de manera buena o mala por lixiviación, descomposición, etc. En esencia, la alelopatía de las plantas se usa como medio de supervivencia en la naturaleza, lo que reduce la competencia de las plantas cercanas. .
Alelopatía de la planta
Varias partes de las plantas pueden tener estas propiedades alelopáticas, desde el follaje y las flores hasta las raíces, la corteza, el suelo y el mantillo. La mayoría de las plantas alelopáticas almacenan sus productos químicos protectores dentro de sus hojas, especialmente durante el otoño. A medida que las hojas caen al suelo y se descomponen, estas toxinas pueden afectar a las plantas cercanas. Algunas plantas también liberan toxinas a través de sus raíces, que luego son absorbidas por otras plantas y árboles.
Las plantas comunes con propiedades alelopáticas se pueden ver e incluyen:
- Laurel inglés ( Prunus laurocerasus )
- Gayuba ( Arctostaphylos uva- ursi )
- Zumaque ( Rhus )
- Rododendro
- Saúco ( Sambucus )
- Forsythia
- Vara de Oro ( Solidago )
- Algunos tipos de helechos
- Centeno perenne
- Festuca alta
- Bluegrass de Kentucky
- Ajos Mustard Mostaza
Árboles alelopáticos
Los árboles son excelentes ejemplos de alelopatía en las plantas. Por ejemplo, muchos árboles usan la alelopatía para proteger su espacio mediante el uso de sus raíces para extraer más agua del suelo para que otras plantas no puedan prosperar. Algunos usan sus aleloquímicos para inhibir la germinación o impedir el desarrollo de la vida vegetal cercana. La mayoría de los árboles alelopáticos liberan estos químicos a través de sus hojas, que son tóxicas una vez que son absorbidas por otras plantas.
El nogal negro es un excelente ejemplo de esto. Además de sus hojas, los nogales negros almacenan propiedades alelopáticas dentro de sus cogollos, cáscaras de nueces y raíces. La sustancia química responsable de su toxicidad, llamada Juglone, permanece en el suelo alrededor del árbol y es más potente en la línea de goteo, aunque las raíces pueden extenderse mucho más allá de esto. Las plantas más susceptibles a la toxicidad del nogal negro incluyen plantas de solanáceas (tomates, pimientos, berenjenas, papas), azaleas, pinos y abedules.
Otros árboles que se sabe que exhiben tendencias alelopáticas incluyen el arce, el pino y el eucalipto.