Los guisantes dulces son uno de los pilares del jardín anual. Cuando encuentres una variedad que te encanta, ¿por qué no guardar las semillas para que puedas cultivarlas todos los años? Este artículo explica cómo recolectar semillas de guisante dulce.
¿Cómo recojo las semillas de guisantes dulces?
Los guisantes pasados de moda o herencia son flores encantadoras y fragantes. Elija una variedad de herencia para guardar semillas. Las semillas que se salvan de los híbridos modernos pueden ser decepcionantes porque probablemente no se vean como las plantas madre.
Si planeas cultivar arvejas dulces en el mismo lugar el próximo año, no tienes que preocuparte por guardar las semillas. A medida que las semillas se secan, se abren y dejan caer sus semillas al suelo. Las flores del próximo año crecerán a partir de estas semillas. Sin embargo, si desea plantarlos en otra ubicación o compartir sus semillas con un amigo, siga estas sencillas instrucciones para recolectar las semillas.
Seleccione algunas plantas hermosas y robustas y deje de matarlas. Las vainas no comienzan a formarse hasta que la flor muere, por lo que las flores deben permanecer en la planta hasta que mueran. Trate el resto de las plantas en el jardín como de costumbre, marchitando para mantenerlas floreciendo libremente durante toda la primavera.
¿Cuándo cosechas las semillas de guisantes dulces?
Comience a guardar las semillas de los guisantes dulces después de que las cáscaras se vuelvan marrones y quebradizas. Si cosechas las vainas de los guisantes dulces antes de que estén completamente maduras, no germinarán. Por otro lado, si esperas demasiado, las vainas de semillas frágiles se abrirán y dejarán caer sus semillas al suelo. El proceso puede tomar un par de semanas, pero revíselos con frecuencia. Si los pods comienzan a dividirse, debes elegirlos de inmediato.
Recolectar semillas de guisantes dulces es fácil. Traiga las vainas dentro y retire las semillas de las vainas. Cubra una superficie plana, como una encimera o bandeja para hornear galletas, con papel de periódico y deje secar las semillas durante unos tres días. Una vez secos, colóquelos en una bolsa de congelación o en un tarro de Mason con una tapa ajustada para mantenerlos secos. Guárdelos en un lugar fresco hasta el momento de la siembra.