El marchitamiento por Fusarium de la sandía es una enfermedad fúngica agresiva que se disemina de las esporas en el suelo. Las semillas infectadas suelen ser las primeras culpables, pero una vez que se establece la marchitez por fusarium, puede transmitirse por cualquier cosa que mueva el suelo, incluido el viento, el agua, los animales y las personas. ¿Qué puedes hacer con respecto a las sandías con marchitez por Fusarium? ¿Se puede controlar o tratar la enfermedad? Consideremos cómo manejar la marchitez por fusarium en las sandías.
Síntomas de Fusarium Wilt en sandías
El marchitamiento por Fusarium de la sandía es una enfermedad específica que no se puede transmitir a otras plantas, como el melón, los pepinos u otros de la misma familia de plantas.
Aunque la infección se produce cuando el clima primaveral es frío y húmedo, la marchitez por fusarium puede aparecer en la planta en cualquier etapa de crecimiento, en cualquier momento durante la temporada de crecimiento. Las plantas maduras son más capaces de manejar la enfermedad que las plántulas, que a menudo colapsan.
En sus primeras etapas, el marchitamiento por fusarium de la sandía se evidencia por un crecimiento atrofiado y marchitamiento que aparece durante el calor de la tarde, rebotando en el fresco de la tarde. A medida que la enfermedad progresa, la marchitez se vuelve permanente.
Las hojas enfermas se vuelven amarillas o verdes opacos, a menudo se tornan marrones, secas y quebradizas. La infección, que ingresa a través de las raíces, por lo general se apodera de plantas enteras, pero puede estar limitada a un lado. Si se rompe o se corta un tallo, el fusarium es fácil de detectar por los tejidos vasculares marrones en su interior. Después de que la planta se marchita, verás masas de pequeñas esporas en las vides muertas.
En algunos casos, es posible que no note sandías con marchitez por fusarium hasta los días calurosos del verano, especialmente cuando las plantas están estresadas por la sequía. Cualquier melón que se desarrolle es anormalmente pequeño.
Tratamiento de sandía Fusarium
La marchitez por fusarium de sandía es difícil de manejar y, actualmente, no existen fungicidas efectivos para el fusarium de sandía. El tratamiento implica una prevención, un saneamiento y un mantenimiento cuidadosos, incluidos los siguientes:
- Semillas o trasplantes libres de enfermedades de plantas.
- Busque variedades de tomate resistentes a Fusarium. Ninguna variedad es 100 por ciento libre de riesgo, pero algunas son más resistentes que otras.
- Practica la rotación de cultivos. No plante la sandía en un área infectada durante al menos cinco a 10 años; la enfermedad puede vivir en el suelo indefinidamente.
- Limpie las herramientas de jardín antes de trasladarse a un área no infectada.
- Destruya la materia infectada de la planta quemándola o en bolsas de plástico selladas. Nunca coloque desechos infectados en su contenedor de compost.