La espinaca es un verde frondoso de temporada muy popular. Perfecto para ensaladas y salteados, muchos jardineros no pueden prescindir de él. Y como crece tan bien en climas fríos, a menudo es una de las primeras cosas que plantan muchos jardineros. Debido a esto, puede ser especialmente desalentador cuando las primeras plántulas de primavera caen enfermas e incluso mueren. Siga leyendo para obtener más información sobre problemas comunes con las plántulas de espinaca y las formas de reconocer y controlar las enfermedades de las plántulas de espinaca.
Enfermedades comunes de las plántulas de espinaca
Se sabe que varios patógenos afectan las plántulas de espinaca. Aunque las fuentes son diferentes, el resultado suele ser el mismo: una afección conocida como amortiguación o plaga de plántulas. Los síntomas de esta afección incluyen el marchitamiento de las plántulas y el vuelco, el tallo cerca de la línea del suelo que se vuelve acuoso y circundado, y las raíces se atrofian y ennegrecen. Esto es si las plantas de semillero incluso logran emerger del suelo.
Damping off también puede afectar las semillas, evitando que germinen. Si este es el caso, las semillas tendrán una capa de tierra adherida a ellas por pequeñas hebras de hongos. El Pythium, una familia de hongos compuesta de varias especies que tienen más o menos el mismo efecto, a menudo daña las plántulas de espinaca.
Otros agentes patógenos, como Rhizoctonia, Fusarium y Phytophthora, también pueden provocar la erosión de las espinacas y el tizón de las plántulas.
Cómo prevenir la enfermedad joven de la espinaca
Los patógenos que causan problemas de espinacas jóvenes tienden a prosperar en condiciones frías y húmedas. Desafortunadamente, las plantas de espinacas también prefieren suelo fresco, pero se puede hacer mucho bien plantando semillas o plántulas en un suelo bien drenado.
También puede combatir los hongos nocivos rotando su cultivo de espinaca con maíz y aplicando fungicida en el momento de la siembra de la semilla.