Muchas personas están emocionadas de descubrir que pueden usar cáscaras de plátano como fertilizante. Usar cáscaras de plátano en compost es una excelente manera de agregar tanto material orgánico como algunos nutrientes muy importantes a su mezcla de compost. Aprender a hacer composta de cáscaras de plátano es fácil, pero hay algunas cosas que debe tener en cuenta al poner el plátano en compost.
El efecto de los plátanos en el compost del suelo
Poner cáscara de plátano en su pila de compost ayudará a agregar calcio, magnesio, azufre, fosfatos, potasio y sodio, todos los cuales son importantes para el crecimiento saludable de las plantas en floración y fructificación. Los plátanos en compost también ayudan a agregar material orgánico saludable, lo que ayuda a que el compost retenga agua y aligere el suelo cuando se agrega a su jardín.
Más allá de esto, las cáscaras de plátano se descomponen rápidamente en compost, lo que les permite agregar estos nutrientes importantes al compost mucho más rápidamente que otros materiales de compost.
Cómo compostar las cáscaras de plátano
El compostaje de cáscaras de plátano es tan fácil como simplemente tirar las cáscaras de plátano sobrantes en el compost. Puede arrojarlos en su totalidad, pero tenga en cuenta que puede tomar más tiempo para hacer compost de esta manera. Puede acelerar el proceso de compostaje cortando las cáscaras de plátano en trozos más pequeños.
Muchas personas también se preguntan si las cáscaras de plátano pueden usarse como fertilizante directo. Encontrará este consejo en muchos libros y sitios web sobre jardinería, especialmente en lo que respecta a las rosas. Si bien, sí, puedes usar cáscaras de plátano como fertilizante y no dañará tu planta, lo mejor es compostarlas primero. Enterrar las cáscaras de plátano en el suelo debajo de una planta puede ralentizar el proceso que descompone las cáscaras y pone sus nutrientes a disposición de la planta. Este proceso necesita aire y las cáscaras de plátano enterradas se descomponen mucho más lentamente que las que se colocan en una pila de compost correctamente mantenida que se gira y se airea con regularidad.
Por lo tanto, la próxima vez que disfrute de un saludable bocadillo de plátano, recuerde que su pila de compost (y, finalmente, su jardín) apreciaría obtener las cáscaras de plátano que sobran.