Una robusta verdura de raíz con un sabor dulce y ligeramente a nuez, las chirivías saben aún mejor después de que el clima se vuelve helado en otoño. plantas de tomate o frijoles
Preferiblemente, el suelo para chirivías tendrá un pH de 6.6 a 7.2. La preparación del suelo para chirivías es una parte importante de su cultivo.
Tratamiento del suelo de la chirivía
Las chirivías requieren un suelo fértil y bien drenado para desarrollar un tamaño y una calidad óptimos. Comience por excavar el suelo a una profundidad de 12 a 18 pulgadas (30-46 cm). Trabaja el suelo hasta que esté flojo y fino, luego rastrilla todas las rocas y terrones.
Siempre es una buena idea excavar en una generosa cantidad de compost o estiércol bien podrido, especialmente si la tierra de su jardín es dura o compacta. Las chirivías en el suelo duro pueden romperse al tirar, o pueden estar torcidas, bifurcadas o distorsionadas cuando intentan empujar el suelo.
Los siguientes consejos para mejorar las condiciones del suelo de chirivía también pueden ayudar:
- Cuando plantas semillas de chirivía, plántalas en la superficie del suelo, luego cúbrelas ligeramente con arena o vermiculita. Esto ayudará a evitar que el suelo forme una costra dura.
- Asegúrese de arar las malezas regularmente, pero nunca trabaje la tierra o la azada cuando el suelo esté mojado. Azada cuidadosamente y tenga cuidado de no arar demasiado profundamente.
- Riegue según sea necesario para mantener el suelo uniformemente húmedo. Una capa de mantillo aplicada alrededor de las plantas después de la germinación mantendrá el suelo húmedo y fresco a medida que suba la temperatura. Disminuya el riego a medida que la cosecha se acerca para evitar la división.