Una pequeña planta en su escritorio hace que su día de trabajo sea un poco más alegre al traer un poco de naturaleza al interior. Las plantas de oficina pueden incluso aumentar su creatividad y hacer que se sienta más productivo. Como una ventaja adicional, se ha comprobado que las plantas mejoran la calidad del aire interior. ¿Que es no gustar? Siga leyendo y aprenda cómo cuidar una planta de oficinas.
Cuidado de plantas de escritorio
El cuidado de la planta de la oficina es importante y no tan complicado como uno pensaría, siempre que se concentre en las necesidades de la planta elegida. Varias plantas tienen diferentes necesidades, así que preste atención al riego, a la luz y a otro posible mantenimiento de la planta de escritorio que pueda ser necesario.
Riego
El riego incorrecto, ya sea en demasiada agua o insuficiente, generalmente es el responsable cuando el cuidado de la planta de la oficina falla. Las plantas de la oficina de agua despacio, usando agua tibia, hasta que el agua gotee a través del orificio de drenaje, pero solo cuando la parte superior de la tierra se sienta seca al tacto. Nunca riegue si la tierra todavía se siente húmeda por el riego anterior.
Permita que la planta se drene completamente y nunca permita que la olla se pare en el agua. Hay un par de formas de lograr esto. O lleve la planta a un fregadero y riegue directamente desde el grifo, luego déjela escurrir antes de devolverla al platillo. Si no tiene un fregadero, riegue la planta, permita que se drene durante unos minutos y luego vierta el exceso de agua del platillo.
Iluminación
Algunas plantas, como la planta de hierro fundido, pueden sobrevivir con muy poca luz. Otros, incluyendo la mayoría de los tipos de cactus, requieren luz brillante. Si la planta de su oficina necesita luz, colóquela cerca de una ventana, pero no demasiado cerca porque la luz solar intensa y caliente quemará la mayoría de las plantas. Si no tiene una ventana, una luz fluorescente cerca de la planta es la mejor opción.
Cuidado adicional para plantas en la oficina
Fertilice las plantas de escritorio cada dos meses durante la primavera y el verano utilizando un fertilizante soluble en agua de uso general. Siempre agua después de la fertilización para evitar daños a las raíces.
Transplante las plantas de escritorio cuando se vuelvan demasiado grandes para sus macetas, generalmente cada dos años. Mueva la planta a un contenedor de un tamaño más grande. Puede parecer una buena idea mover la planta a una maceta más grande, pero toda esa mezcla de macetas húmedas puede pudrir las raíces y matar a la planta.
Coloque su planta lejos de aires acondicionados, conductos de calefacción o ventanas con corrientes de aire.
Pídale a un amigo o compañero de trabajo que cuide su planta si está enfermo o de vacaciones. Algunas plantas pueden tolerar una cierta cantidad de negligencia, pero demasiadas pueden matarlas.