Es la peor pesadilla de un jardinero: un árbol joven, establecido amorosamente y bañado en afecto, se niega a entrar en su propia cuenta, en lugar de derrumbarse varios años después de la siembra. El árbol no tenía problemas con insectos o enfermedades visibles, simplemente se desvaneció. El culpable en casos como este es a menudo phytophthora, un patógeno transmitido por el suelo que infecta árboles, plantas leñosas e incluso vegetales.
¿Qué es Phytophthora?
Una vez conocido como hongo phytophthora, este organismo ahora se clasifica como un oomiceto, una forma de vida similar a los hongos pero más estrechamente relacionada con las algas. Aunque tal vez una distinción insignificante cuando sus plantas están enfermas, esta nueva comprensión puede permitir mejores métodos de control en el futuro cercano. Hay muchas especies de Phytophthora, algunas que favorecen el clima más cálido y otras más frías, pero la mayoría de estos oomicetos aparecen en la primavera y el otoño.
Los síntomas de Phytophthora a menudo se generalizan, causando debilidad y colapso lento en las plantas afectadas. Los primeros signos de advertencia son pocos; la mayoría de las plantas presentan estrés por sequía, independientemente del riego adecuado. Algunas plantas se marchitan y mueren debido al estrés hídrico durante el primer clima cálido después de la infección, pero otras permanecen durante varios años antes de sucumbir. Las hojas pueden aparecer apagadas o desvanecerse en amarillo, rojo o morado mucho antes de que caiga el otoño.Controlando la podredumbre de la raíz Phytophthora
En ocasiones, se puede salvar un árbol que demuestre los síntomas de la fito fi a al remover el suelo alrededor de la base del árbol hasta la parte superior de las raíces principales, cortando cualquier corteza que esté húmeda u oscura y dejando el sistema radicular expuesto. Esto permite que el sistema de raíces se seque por completo, lo que ralentiza la propagación de phytophthora.
En la mayoría de los demás casos, el tratamiento con fito fluoromas se limita a la prevención. Los árboles y arbustos, como las azaleas, se deben plantar en áreas con buen drenaje, por lo que sus raíces permanecen secas la mayor parte del día. Phytophthora solo necesita cuatro horas de agua estancada para germinar, lo que dificulta el combate en áreas con drenaje pobre. Algunos jardineros lo solucionan plantando sus jardines en montículos de 8 a 10 pulgadas de alto y teniendo especial cuidado en plantar coronas a la misma profundidad que en el vivero (a menudo indicado por una línea oscura en el tronco).
Los árboles bien establecidos se afectan con menos frecuencia que los árboles más jóvenes porque tienen raíces ampliamente diseminadas que proporcionan muchas avenidas para el agua y la nutrición. Si algunas secciones están dañadas, están preparadas para compensar. En las plantas más pequeñas, como los arbustos o las verduras, todas las apuestas están apagadas: se pueden perder ante la fito fi- trona incluso antes de que se dé cuenta de que la enfermedad se ha afianzado.