Los tomates Cherokee Purple Heirloom son tomates bastante extraños, con una forma aplanada, parecida a un globo, piel rojiza y toques de verde y morado. La carne es de un color rojo intenso y el sabor es delicioso, tanto dulce como ácido. ¿Interesado en cultivar tomates Cherokee Purple? Sigue leyendo para obtener más información.
Cherokee Purple Tomato Información
Las plantas de tomate Cherokee Purple son plantas de la herencia, lo que significa que han existido por varias generaciones. A diferencia de las variedades híbridas, las verduras de la herencia son de polinización abierta, por lo que las semillas producirán tomates casi idénticos a sus padres.
Estos tomates se originaron en Tennessee. De acuerdo con el saber de las plantas, los tomates Heirloom Cherokee Purple pueden haber sido heredados de la tribu Cherokee.
Cómo hacer crecer un tomate púrpura Cherokee
Las plantas de tomate Cherokee Purple son indeterminadas, lo que significa que las plantas continuarán creciendo y produciendo tomates hasta la primera helada en otoño. Al igual que la mayoría de los tomates, los tomates Cherokee Purple crecen en casi cualquier clima que proporciona mucha luz solar y de tres a cuatro meses de clima cálido y seco. El suelo debe ser rico y estar bien drenado.
Cave una cantidad generosa de compost o estiércol bien podrido antes de plantar. La siembra es también el momento de usar un fertilizante de liberación lenta. A partir de entonces, alimente las plantas una vez al mes durante la temporada de crecimiento.
Permita de 18 a 36 pulgadas (45-90 cm) entre cada planta de tomate. Si es necesario, proteja a las jóvenes plantas de tomate Cherokee Purple con una manta helada si las noches son frías. También debe estacar las plantas de tomate o proporcionar algún tipo de soporte resistente.
Riegue las plantas de tomate siempre que la parte superior de 1 a 2 pulgadas (2.5-5 cm) de tierra se sienta seca al tacto. Nunca permita que la tierra se vuelva demasiado húmeda o demasiado seca. Los niveles de humedad irregulares pueden causar la rotura de la fruta agrietada o la floración. Una capa delgada de mantillo ayudará a mantener el suelo uniformemente húmedo y fresco.